En este ataúd no dejan
flores para recordarte
quienes fácilmente olvidan
que ellos deben ayudarte.
En este ataúd no cierran,
aunque por comodidad
callado dentro te quedas,
no sales a reclamar.
En este ataúd no hay aire,
una pena que al gritar
no nos quiera sacar nadie
ni mucho menos escuchar.
En este ataúd la angustia
nos ayuda a ser más fuertes,
aunque seamos hojas mustias
aunque seamos diferentes.
Me gusta la metáfora del ataúd.Y es cierto, aunque nos ignoren y no seamos capaz de gritar, nos hacemos más fuertes hasta que llegue el momento de actuar.
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