viernes, 13 de julio de 2012

EL ABRAZO


He vuelto a asesinar mi conciencia
para evitar que me obligue a matar.
No quiero pasar por alto esta demencia
pero me empeño en resistirme a mirar.

No hay día que no me levante
y me acueste con la soledad
que ofrece una copa de Jack Daniel’s
y un revólver sin cargar.

Escucho el silencio medio sobado
y me escondo tras la agonía,
soy hijo de la ira
y esta es mas puta que mis días drogado.

La radio escupe tragedias
mientras el vecino del quinto se suicida.
En mi estómago bailan pesadillas
y en mi corazón muere la vida.

Sin pensarlo más salgo a la calle
la gasolina parece mi sangre
aun así no hace que el mechero resbale.
Las llamas poco a poco abrazan mi carne.