jueves, 15 de noviembre de 2012

CARTA DE UN MÁRTIR PALESTINO


Ya pasó, he muerto
no lo pude evitar.
Lo intenté, lo siento
su rabia no tiene final.

Creí que al dialogar con ellos
me podría salvar,
que su odio hacia mi pueblo
se podría remediar.

Me equivoqué, es cierto,
su maldad no tiene rival.
Su misión en esta tierra
era tan solo matar.

Lo que aprendieron de Hitler
lo demuestran contra nosotros
dejando un surco de escombros,
dejando un rastro de muerte.

Comprendí, resignado
el apoyo internacional.
Enriquece a los Estados
este sionismo brutal.

Así que cogí las armas
y defendí mi dignidad
en este ajedrez sin normas
que la ONU no quiere parar.

EL TREN


Espero cada tren con miedo a perderlo,
no sé por qué lo hago,
tal vez me evada viajar,
tal vez espere descarrilar.

Llega el ocho al andén
no conozco su destino
pero subo sin pensarlo
ante mil ojos que me ven.

La maquina se pone en marcha
y la estación saca su pañuelo
pero no llora, lo tira al suelo
me entra el sueño, el traqueteo engancha.

Un fuerte ruido me despierta
no hay nadie en el vagón.
Bajo el túnel esa luz blanca
mi destino señala.

martes, 13 de noviembre de 2012

HUELGA


De la siembra de mil penas
recogerán frutos de rabia.
De la siega de derechos
no obtendrán sólo palabras.

Contra este yugo impuesto
nuestras fuerzas juntaremos
proletarios y estudiantes
sus flechas esquivaremos.

Cambiemos de lado el miedo
sometamos al infame
iniciando el movimiento
defendiendo nuestra clase.

Unámonos hermanos
contra esta gran barbarie
y alcemos camaradas
los puños contra esos cobardes.

Compañero no nos mires
tu apoyo también cuenta,
únete contra los viles
juntos vamos a la huelga. 

lunes, 12 de noviembre de 2012

CONDENADO


Cargo las palabras
con las que tendré que armarme.
Surjo entre la masa
que intenta encarrilarme.

Lucho por las vidas
que aún no tienen cárcel.
Busco las salidas
que nadie quiere darme.

Pienso por los días
que aún vivimos libres.
Vivo por la horas
que intentan robarte.

Miro hacia un mañana
que vivir sin miedo.
Aunque sigo condenado
en este maldito infierno.