Harto de tanta
huelga
sin final
aceptable
con el gobierno
descojonándose,
me hierve la
sangre.
Me sangran los
oídos,
a las falacias
son alérgicos
y éstas son
abundantes desde hace ya un tiempo.
Podría largarme,
pero mejor me quejo.
¿Qué hago
quejándome?
debería
radicalizarme
pero me quedo
esperando
a que el silencio
calle.
Callas y crees
que te dejarán en paz,
que la ignorancia
algún día te salvará,
pero estás preso,
te tienen manipulado,
con sus cadenas
invisibles te quieren atado.
No puedo romper
tus ataduras
la tarea de
aprender es cosa tuya,
espero ver pronto
cómo maduras
y así poder
entablar juntos esta lucha.