Quisiera
escribirte, Amor
pero no sería tan
real
como las
pesadillas en las que apareces
mientras me
asesinas con tu puñal.
Quisiera
cantarte, Amor
pero rasgaste mi
garganta
y ya nadie podrá tocar
esas cuerdas
que susurraban
canciones suicidas.
Quisiera entenderte,
Amor
pero no lo
intentaré todavía,
me da miedo
descubrirte
y desenmascarar
todas tus mentiras.
Quisiera
olvidarte, Amor
pero cada vez que
lo intento
el psicólogo del
alcohol me recuerda
que brindando por
ti bebo.
Quisiera
asesinarte, Amor
pero sigo
esperando con miedo
a que no llegue el
día en que decidas
acabar antes
conmigo.
Es fuerte. Tiene mucha pasión. Es turbadora a la vez. Creo que es lo mejor que he leído en mucho tiempo.
ResponderEliminarMe ha sorprendido gratamente encontrar un poema tuyo con una temática tan poco usual en ti. Me recuerda vagamente al poema "El Vampiro" de Baudelaire, en el sentido de que su amada es seductora, irresistible, pero al mismo tiempo destructura como un vampiro, robándole al poeta hasta la última gota de su sangre. Esclavizándolo con las cadenas de un amor imposible y autodestructivo.
ResponderEliminarComo siempre, este poema es muy fuerte. Me ha gustado mucho el tema y cómo enfocas el amor: como alguien que puede ser mortal. A menudo también lo que crees que es amor termina siendo una gran mentira, como dices tú en la tercera estrofa.
ResponderEliminarUna visión muy desgarradora pero a al vez realista. Me ha gustado mucho. (: