jueves, 15 de noviembre de 2012

CARTA DE UN MÁRTIR PALESTINO


Ya pasó, he muerto
no lo pude evitar.
Lo intenté, lo siento
su rabia no tiene final.

Creí que al dialogar con ellos
me podría salvar,
que su odio hacia mi pueblo
se podría remediar.

Me equivoqué, es cierto,
su maldad no tiene rival.
Su misión en esta tierra
era tan solo matar.

Lo que aprendieron de Hitler
lo demuestran contra nosotros
dejando un surco de escombros,
dejando un rastro de muerte.

Comprendí, resignado
el apoyo internacional.
Enriquece a los Estados
este sionismo brutal.

Así que cogí las armas
y defendí mi dignidad
en este ajedrez sin normas
que la ONU no quiere parar.

1 comentario:

  1. Bien dicho. Es una lástima que para ser oídos tengamos que recurrir a tal extremo pero helo ahí, el afán de las naciones por mirar para otro lado mientras los inocentes mueren víctimas de la violencia de unos pocos inútiles.

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